Austin.- El piloto neerlandés Max Verstappen espera llevarse el Gran Premio de Estados Unidos a disputarse en Austin, Texas donde ha conquistado las tres últimas carreras y tratará de volver a hacerlo para mantener el suspenso en la definición de un campeonato de Fórmula 1 al que le quedan por disputarse seis carreras y otras tres «Sprint Races».

El tetracampeón mundial no está dispuesto a abdicar al trono de la máxima categoría sin dar batalla, como lo demostraron sus recientes dos victorias en Monza y en Bakú con Red Bull y su segundo puesto en el más cercano Gran Premio de Singapur, que vio ganar al británico George Russell con Mercedes, que le permitieron acortar distancias con los pilotos de McLaren, que se aseguró por anticipado el título en la Copa de Constructores.

La pelea que resta por definirse es en el Mundial de Pilotos, en el que manda el australiano Oscar Piastri con 336 puntos y 22 de ventaja sobre su compañero de equipo y escolta, el británico Lando Norris, ambos 63 y 41 puntos, respectivamente, por delante de un Verstappen que celebró en Austin en 2021, 2022 y 2023 y tratará de repetir para mantenerse en carrera, de ser posible, hasta la última vuelta del último Gran Premio.

Habrá que ver si lo logra en un trazado en el que McLaren no festeja desde que ganó en 2012 con el británico Lewis Hamilton, séptuple campeón de la máxima categoría y hoy compañero de equipo en Ferrari del monegasco Charles Leclerc, quien el año pasado se subió a lo más alto del podio para celebrar el uno-dos del equipo italiano (el español Carlos Sainz fue segundo), que con 11 victorias es el más laureado en este circuito.

Seis totalizó Hamilton, las primeras dos (2007 y 2012) con McLaren-Mercedes (entre 2008 y 2011 este Gran Premio no se disputó) y las cuatro restantes (2014, 2015, 2016 y 2017) con Mercedes, habiendo festejado apenas una como piloto de Ferrari, pero no en un Gran Premio, sino en la primera de las tres «Sprint Races» disputadas hasta el momento en esta temporada en China, donde luego tanto él como Leclerc abandonaron en carrera.

Tampoco pudo repetir festejo Norris, que ganó la segunda «Sprint Race» del año en Miami por delante de Piastri, aunque en el Gran Premio las posiciones se invirtieron, en tanto que lo mismo le sucedió a Verstappen, que ganó la tercera en Bélgica por delante de los pilotos de McLaren, pero en carrera finalizó por detrás de ambos y de Leclerc, en el cuarto puesto.

Una «maldición» que todos tratarán de evitar este sábado, cuando se corra en Austin la cuarta «Sprint Race» del calendario (las restantes serán en Brasil y en Qatar) que otorgará puntos adicionales que pueden resultar vitales en la definición del campeonato y cuyo vencedor intentará repetir halago el domingo para lograr una ventaja sobre el resto que podría ser clave.

En busca de su primera victoria del año en un Gran Premio saldrá a pista Ferrari, que por boca del jefe del equipo, Frederic Vasseur, admitió: «Sabemos que no hemos aprovechado al máximo el potencial de nuestras máquinas en las últimas competencias, pero estamos unidos y decididos a invertir esa tendencia en un circuito real que demanda precisión, distinto al de los pasados dos Grandes Premios callejeros (en Bakú y Marina Bay).

«Será un fin de semana sacrificado para equipos y pilotos debido a que se correrá una Sprint Race, lo cual concede una sola sesión libre antes de la primera clasificación», destacó Vasseur, al recordar que las características de este circuito que combina curvas de alta, media y baja velocidad con dos zonas de DRS, demanda una atención especial al desgaste de los neumáticos.

Con ansias de celebrar por primera vez en Austin y de repetir victoria tras la que logró en Singapur (segunda luego de su triunfo en Canadá) llega el británico George Russell, confirmado junto con su compañero italiano Andrea Kimi Antonelli como dupla de pilotos de Mercedes en la próxima temporada, que marcará un cambio radical debido a las modificaciones reglamentarias que prometen hacer más pareja la lucha por la gloria.

«El próximo será mi décimo año con Mercedes y hasta ahora ha sido una sociedad extensa y fructífera y no veo la hora de ver qué me depara el futuro. Esta es mi mejor temporada y quiero seguir avanzando», destacó Russell, que marcha cuarto en el Mundial con 237 puntos, a 36 de distancia de «Mad Max» Verstappen, que irá por más este fin de semana para darles un susto a los pilotos de McLaren, que luchan entre sí y podrían cometer errores involuntarios.

El equipo del director deportivo italiano Andrea Stella le dio libertad a Piastri y a Norris para dirimir en pista la lucha que mantienen en el campeonato y el neerlandés intentará aprovechar cualquier traspié de ambos para extender el suspenso hasta el final de la temporada tras la cual su ex director deportivo en Red Bull, Chris Horner, podría llegar a acordar su desembarco en Ferrari, según anticipó el sitio alemán «F1-Insider».

El jefe del equipo McLraren, Zak Brown, en tanto, compartió conceptos expresados hace algunos días por Norris, al considerar que Verstappen no puede ser dado por «muerto» en la lucha por el campeonato: «Sigue muy presente», advirtió como para que no queden dudas de que el tetracampeón mundial peleará hasta el final para refrendar su vigencia y su capacidad para sacar agua de las piedras.

Por eso y a pesar de que él mismo se encargó de aclarar que pretende honrar el contrato que lo vincula con Red Bull hasta 2028, no sorprenden las versiones que lo vincularon en algún momento con Mercedes y las más recientes que apuntaron a la posibilidad de verlo al comando de un Aston Martin, que invierte y mucho en el desarrollo de sus bólidos pensando en un futuro más halagador.

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