Washington .- El objeto interestelar 3I/ATLAS, que ingresó al sistema solar en julio, sigue sorprendiendo a astrónomos y científicos de todo el mundo. Nuevas observaciones muestran que el cometa presentó primero una anti-cola —una emisión de gas dirigida hacia el Sol y posteriormente desarrolló una cola convencional, un comportamiento que algunos expertos consideran inusual e incluso indicio de maniobras inteligentes.
El astrofísico de Harvard Avi Loeb explicó que esta transición podría ser señal de un “frenado controlado”, similar a un mecanismo de desaceleración tecnológica, y que el comportamiento del cometa se aleja de lo que normalmente se espera de cuerpos naturales.
El 3I/ATLAS, con un peso aproximado de 33 mil millones de toneladas, contiene materiales nunca antes vistos en cometas naturales, como una aleación de níquel puro y compuestos químicos extraños, además de liberar vapor de agua a distancias donde normalmente el hielo permanecería sólido. Estas características inusuales han generado gran expectativa sobre su origen y naturaleza.
El cometa avanzará lentamente hacia su perihelio (punto más cercano al Sol) el 29 de octubre, a una distancia de 1,8 veces la que separa la Tierra del Sol. Su trayectoria es hiperbólica, lo que indica que solo pasa una vez por el sistema solar antes de regresar al espacio interestelar.
Las agencias espaciales y observatorios internacionales lo han incluido en su lista de monitoreo prioritario, aunque no representa amenaza para la Tierra. Investigadores esperan las imágenes de alta resolución que captó la cámara HiRISE de la NASA, que podrían ofrecer pistas sobre la composición y comportamiento del cometa.
Con aproximadamente 10.000 millones de años de antigüedad, el 3I/ATLAS es considerado una auténtica cápsula del tiempo, que podría aportar información sobre las condiciones físicas y químicas del universo primitivo.
Colaboraciòn: Xavier Velàsquez

