Río de Janeiro.- La eterna rivalidad que tienen Brasil y Argentina llegará cuando los campeones del mundo comandados por Lionel Messi se enfrenten a los anfitriones que están en apuros en un choque de clasificación para la Copa Mundial Sudamericana en Río de Janeiro.
Brasil, cinco veces campeón del mundo, dependerá de sus fanáticos en un estadio Maracaná con entradas agotadas para darles un impulso adicional para recuperarse después de perder partidos consecutivos en la competencia clasificatoria por primera vez en su historia.
«Claro, no puedes no preocuparte por un jugador de esa magnitud. Pero tenemos que hacer nuestro juego e intentar contener toda la capacidad creativa que tiene», dijo Diniz en una conferencia de prensa el lunes.
Diniz dijo que esperaba un gran pero acalorado ambiente en el Maracaná, con los fanáticos esperando con ansias que Brasil vengara la derrota en la final de la Copa América ante Argentina hace dos años.
Sin ganar en los últimos tres partidos, Brasil ha caído al quinto lugar en la clasificación sudamericana con siete puntos en cinco partidos después de perder 2-1 ante Colombia el jueves.
«Espero que juguemos bien y que los aficionados puedan acompañar al equipo creando un gran ambiente», dijo Diniz.
«Estamos preparados para jugar contra un equipo que, si no es el mejor (equipo del mundo), sí es uno de los mejores. Y lo han sido por un tiempo, no sólo porque ganaron la Copa del Mundo.
«Tienen jugadores de las grandes ligas, acostumbrados al protagonismo. Y está Messi… Es un equipo que viene jugando bien desde hace mucho tiempo, con un ciclo ganador y que ha mantenido su base».
«Lo reconocemos y nos vamos a preparar para dar lo mejor de nosotros contra un gran oponente».