Madrid.- «En la vida, todo tiene un principio y un final», fueron expresiones del tenista español Rafael Nadal cuando anunció su retiro del tenis después de disputar la fase final de la Copa Davis en Málaga en noviembre y como consecuencia de las lesiones recurrentes que signaron la fase final de su prolífica e inigualable carrera profesional.

«Esta es una decisión difícil que me ha llevado tiempo tomar, pero creo que es el momento adecuado para poner punto final a una carrera larga y mucho más exitosa de lo que jamás hubiera podido imaginar», destacó el astro de 38 años en un video publicado en las redes sociales en el que lucía sereno al anunciar la noticia que muchos esperaban no escuchar nunca.

«Los últimos años han sido difíciles, especialmente los últimos dos, porque no he sido capaz de jugar sin limitaciones», reconoció al aludir a la lesión en la cadera que sufrió a inicios de 2023 y el principio del fin en una carrera en la que celebró 92 títulos en el circuito ATP, 22 de Grand Slam (incluidos los 14 en Roland Garros) y 36 en Masters 1000.

«Me siento feliz de que mi último torneo sea con la casaca del equipo nacional», dijo en relación con su participación en la fase final de una Copa Davis que conquistó por primera vez en su carrera hace 20 años en el Estadio La Cartuja de Sevilla y que repitió en 2008, 2009, 2011 y 2019.

No podía haber un mejor escenario para la despedida de uno de los integrantes del denominado «Big Three» que acaparó la escena del tenis en las últimas décadas, marcó una era en este deporte y hoy queda «huérfano» con el adiós de Nadal, como le había sucedido en 2022 cuando el suizo Roger Federer «colgó la raqueta» a los 42 años.

«Siempre esperé que este día nunca llegase. Gracias por tantos recuerdos inolvidables y por todas las metas increíbles que has alcanzado en este deporte que amamos. Fue un honor absoluto compartir esta etapa contigo», afirmó el ex astro helvético a poco de que Nadal realizara su anuncio.

Poco después se sumaba el serbio Novak Djokovic, de 37 años y último «sobreviviente» del «Big Three» que antes de salir en busca del pasaje a las semifinales del Masters 1000 de Shanghai afirmó: «Tu legado vivirá por siempre», aclarando que «un mensaje en las redes no es suficiente para expresar lo que hiciste por nuestro deporte y el respeto que te tengo».

«Inspiraste a millones de niños a jugar al tenis y ese es sin dudas el mayor legado», agregó «Nole», quien protagonizó el duelo más repetido en la historia de este deporte con Nadal, al que enfrentó en 60 oportunidades (31 victorias del serbio contra 29 del español), y prometió que estará presente en Málaga en su despedida.

El último duelo entre estas dos leyendas tuvo lugar en la segunda ronda de los Juegos Olímpicos de París de este año, en los que Djokovic logró colgarse finalmente un oro inédito (que Nadal celebró en Pekín 2008 y repitió, en este caso, en el torneo de dobles, en Río 2016).

Entre ambos suman 46 títulos de Gran Slam (24 el serbio y 22 el español), cifra que se eleva a 66 si se agregan los 20 que cosechó Federer y que habla a las claras de lo que representan todos ellos en la historia del tenis.

Un legado que tomarán las nuevas generaciones que hoy encarnan el italiano Jannik Sinner, actual número uno del mundo, y el español Carlos Alcaraz, tercero del ranking ATP, quienes suelen expresar su admiración públicamente por semejantes referentes y celebran haber compartido con ellos parte de una era inigualable en este deporte.

«Ellos estuvieron vigentes por años y años, estamos hablando de más de una década, y nos dejan una herencia a todos nosotros. Es una presión que siempre estará presente porque lograron cosas increíbles», dijo al respecto Sinner.

«Tuve la suerte de poder conocer a Rafa en persona y es increíble. Nunca perdió la humildad, ni cambió con el éxito, afirmó el italiano al destacar que el mensaje de Nadal «es una noticia triste, no solo para el tenis» y reconocer que «debe ser duro anunciar el final de tu carrera, pero solo él sabe lo que se siente».

«Se cierra un círculo», explicó Nadal, quien durante 900 semanas estuvo entre los top-ten del ranking que lideró a lo largo de 209 semanas y es considerado como el deportista español más importante de la historia que hoy decidió ponerle punto final a una carrera sin igual, plagada de muchísimos éxitos y algunos sinsabores.

«Quiero agradecerle a todas las personas que forman parte de este deporte, a los colegas con los que compartimos tanto tiempo juntos y por sobre todo a mis grandes rivales, a quienes recordaré por el resto de mi vida», confesó, mientras en el video aparecían imágenes de Federer y de Djokovic.

A partir de noviembre podrá compartir más tiempo con su esposa, Mery Perelló, y con su pequeño hijo Rafa, quien hace apenas tres días cumplió dos años de vida, porque -explica- «mi familia lo es todo para mí».

«Mi madre hizo muchos sacrificios para que yo pudiera tener todo lo que necesitaba. Mi esposa Mery, con la que estamos juntos desde hace 19 años, es mi compañera perfecta y le agradezco también por todo lo que ha hecho», explicó Nadal.

«Volver a casa y ver crecer a mi hijo Rafa fue la fuerza que me mantuvo vivo y me dio la energía para continuar», agregó sin olvidar a «mi tío (Toni, que supo ser su entrenador durante muchos años, Ndr), gracias al cual llegué a ser quien soy en el tenis».

«También le agradezco de manera muy especial a mi padre (Sebastián), fuente de inspiración y un ejemplo de compromiso y de resiliencia», continuó, dedicándole también un párrafo aparte a los aficionados que -reconoció- «me transmitieron su energía en todo momento».

«Todo lo que me tocó vivir es la realización de un sueño. Me voy con la certeza de haberlo dado todo y de haberme comprometido siempre al máximo. Solo puedo cerrar diciéndole mil gracias a todos, nos vemos pronto», completó Nadal en su mensaje de despedida, que comienza a tomar forma, pero aún no escribió el último capítulo.

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