Quito.- «Los helicópteros del grupo Leonardo fueron los primeros en intervenir en Quito para combatir los incendios que amenazan la ciudad», así lo indicó el actual embajador de Italia en Ecuador, Giovanni Davoli, quien se dirigió en helipuerto desde donde comenzaron las primeras operaciones aéreas de mitigación de incendios con las aeronaves italianas.

Uno es de los bomberos de Quito, el otro de una empresa privada ecuatoriana vinculada al grupo italiano a bordo del cual Davoli pudo sobrevolar la zona afectada por los incendios.

Posteriormente, el embajador se reunió con el secretario nacional de Gestión de Riesgos, Jorge Carrillo Tutivén, a quien expresó la solidaridad concreta de Italia en esta emergencia, recordando la reciente firma del acuerdo para la continuación del programa gestionado por la Agencia Italiana de Cooperación y Desarrollo «Amazonas sin fuego», entre la subsecretaria de Relaciones Exteriores María Tripodi y la ministra de Relaciones Exteriores del país latinoamericano, Gabriela Sommerfeld.

El personal de este programa, subrayó también el embajador, se encuentra actualmente operando en el terreno para combatir las llamas.

Davoli anunció luego la próxima visita a Quito del general Rispoli, comandante de la Unidad Forestal de los Carabinieri, quien se reunirá con las autoridades locales competentes para discutir el fortalecimiento de la cooperación italiana en la prevención y gestión del riesgo de incendios.

Un incendio que estalló el martes en el tradicional barrio de Guápulo, situado en las colinas que separan las zonas urbana y rural de Quito, se mantenía activo hoy en algunos focos, luego de extenderse durante toda la noche, lo que obligó a la evacuación de al menos cien familias, aunque sin provocar víctimas.

«Trabajamos toda la noche y madrugada en varios focos activos del incendio de Guápulo ,que se extendió hacia el parque Metropolitano y el cerro Auqui», informó esta mañana en las redes sociales Esteban Cárdenas Varela, el jefe de bomberos de Quito. «Realizamos vuelos con nuestros drones para determinar puntos calientes e iniciar labores de combate aéreo», agregó.

En la noche del martes, el alcalde quiteño, Pabel Muñoz, había advertido que había al menos cinco focos de incendio y otros tantos equipos de bomberos en acción’, y subrayó que la situación era «crítica» y que el fuego se desató poco después del mediodía hora local.

Después de que las llamas alcanzaran el Parque Metropolitano Guangiltagua, la situación se volvió especialmente grave en la zona centro-norte de Quito, donde las llamas se acercaron peligrosamente a las viviendas.

Grandes nubes de humo salían de la periferia oriental de la capital, donde se concentraban dos de los focos del incendio, y muchas carreteras estaban cortadas Debido al incendio, el Ministerio de Educación suspendió las clases hoy en todos los colegios de la capital ecuatoriana.

El alcalde Muñoz, tras reunirse con el Ministro del Interior de Ecuador, Arturo Félix, anunció que se habían cancelado los apagones nocturnos que se aplican en el país ante la grave sequía para hacer frente al incendio.

En el barrio residencial de Bellavista, al noreste de Quito, los vecinos formaron cadenas humanas para arrojar agua sobre el pavimento, mientras ancianos salían de sus casas con ayuda de policías y soldados.

El presidente Daniel Noboa movilizó a las fuerzas armadas en respuesta a los incendios. También se informó de la caída de ceniza en el norte de la ciudad y en el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Hace tres semanas, cuatro incendios forestales ya habían cubierto de humo y ceniza varias zonas de la capital y sus alrededores, sin afectar a las operaciones aeroportuarias.
Ecuador se enfrenta a su peor sequía en seis décadas. En el último año, se han registrado 3.302 incendios forestales que han quemado 37.808 hectáreas de vegetación.

Catorce personas han resultado heridas, 797 afectadas y 44.742 cabezas de ganado han muerto, según un informe de la Secretaría de Riesgos. De las 24 provincias del país, 20 están en alerta roja debido a una crisis hídrica que pone en peligro 40.000 hectáreas de cultivos.

El incendio que se desató en los cerros que separan la zona metropolitana de Quito de la región rural fue intencionado. Así lo informó la Ministra de Medio Ambiente de Ecuador, Inés Manzano, al diario El Universo. «Según nos dijo el comandante del cuerpo de bomberos, el incendio fue provocado», dijo Manzano.

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