París.- El ciclista de origen esloveno, Tadej Pogacar ha logrado el triunfo durante la vigésima y penúltima etapa del Tour de Francia, casi un premio consuelo para el vencedor en 2020 y 2021 que, salvo una catástrofe, no podrá impedir una nueva consagración del danés Jonas Vingegaard en la tradicional competencia ciclística.

Pogacar, que había celebrado también en la sexta etapa de esta centésimo décima edición, sólo logró acortar la distancia con el dueño de la casaca amarilla a siete minutos y 29 segundos (apenas seis segundos menos de los que los separaban el viernes), luego de imponerse en el tramo del día.

El pedalista del UAE Team Emirates se adjudicó el recorrido de 133,5 kilómetros entre Belfort y Le Markstein Fellering, con un tiempo de tres horas, 27 minutos y 18 segundos, haciéndose acreedor de una bonificación de diez segundos en una etapa que contó con seis Grandes Premios de montaña.

A sus espaldas cerró el austríaco Felix Gall (ganador de la decimoséptima etapa), del equipo AG2R Citroen, quien cruzó la meta con idéntico registro, al igual que Vingegaard, que completó el podio de la jornada y recibió cuatro segundos de bonificación.

El danés, que compite con el equipo Jumbo-Visma, quedó ahora a 115,5 kilómetros de repetir la gloria alcanzada hace un año en el Tour, en el que celebró sólo en la decimosexta etapa (única contrarreloj individual en esta edición), pero quien se calzó la casaca amarilla en la sexta fracción y nunca más se la quitó.

Así las cosas, Vingegaard avanza hacia una nueva consagración por delante de Pogacar en una general cuyo podio completa el británico Adam Yates, compañero de equipo de Pogacar que se ubica a 10’56» de la cima, que fue el primer ganador en esta edición (en Bilbao) y que lideró la prueba hasta la quinta etapa, donde la casaca amarilla pasó a manos del australiano Jai Hindley (Bora-Hansgrohe).

Apenas un día disfrutó de la misma, pues en la siguiente Vingegaard se la arrebató y no volvió a soltarla, favorecido por aquella caída que sufrió Pogacar en la decimoséptima etapa, que sepultó las esperanzas del esloveno de repetir.

Hoy, al menos, cantó victoria en el penúltimo tramo de la competencia en la que el italiano Giulio Ciccone (Lidl-Trek) retuvo el comando de la clasificación general de montaña y es el primero de su país en 31 años en lograrlo, desde que lo hiciera Claudio Chiappucci en 1992.

Pogacar dio batalla hasta el final, como todos esperaban, y se llevó un triunfo que aplaca la decepción que sentirá seguramente luego de haberse sentido tan cerca de la gloria en una edición en la que el francés Thibaut Pinot (Groupama-FDJ) se despidió a lo grande también cerrando la etapa en el séptimo puesto y en el undécimo de la general.

La gloria este año vuelve a ser para Vingegaard, un justo ganador que recorrerá los últimos kilómetros mañana entre Saint-Quentin-en-Yvelines y París, que se prepara para proclamarlo nuevamente como el campeón del Tour.

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